Martes 7 de julio 2020
Ante el reciente escape de más de 90 mil salmones desde el centro de cultivo de la empresa Salmones Camanchaca, en el lago Llanquihue, sector de Playa Maqui, comuna de Frutillar.
Como organización promotora y comprometida con la conservación del Santuario de la Naturaleza Humedales del río Maullín, figura legal que protege y gestiona la conservación de la diversidad biocultural del río y sus humedales, queremos expresar que el escape de salmones representa una amenaza para los objetos de conservación de esta área protegida. El río Maullín es el desagüe natural del Lago Llanquihue, pero también un valioso corredor biológico que conecta el ecosistema lacustre con el océano Pacífico mediante su cuenca hidrográfica, que en gran parte, constituye un Sitio Prioritario para Conservación de la Biodiversidad en la Región de Los Lagos y el recientemente decretado Santuario de la Naturaleza.
Estos más de 90 mil salmones se dispersarán por el lago Llanquihue, cuyo patrón de corrientes de agua los llevarán hacia la zona de desagüe al río Maullín, ingresando al enunciado Santuario de la Naturaleza. Estos miles de salmones además de dispersar su carga parasitaria y de antibióticos en el agua, depredaran sobre la fauna acuática nativa, como insectos, crustáceos, moluscos, anfibios, reptiles, aves acuáticas y peces nativos con problemas de conservación, varios de ellos amenazados de extinción. Esto último impacta negativamente sobre el ecosistema lacustre y el río Maullín, pero además sobre recursos alimenticios para las comunidades locales, que han desarrollado un conjunto de prácticas culturales asociadas a la pesca artesanal en el estuario del río Maullín.
Como impulsores del Santuario de la Naturaleza Humedales del río Maullín, exigimos al Gobierno de Chile y los servicios competentes, la aplicación de las mayores sanciones legales a la empresa Salmones Camanchaca, por el potencial daño ambiental al medio ambiente acuático. Así también, que la empresa Salmones Camanchaca asuma su responsabilidad ambiental y social por el escape, haciendo pública la evidencia que demuestre la real recaptura de los salmones, dando cuenta de manera transparente las medidas efectivas de mitigación de este potencial impacto ambiental negativo generado por el escape de sus salmones.
Finalmente, rechazamos el cultivo de salmones en el lago Llanquihue por la permanente amenaza que significa para el ecosistema y por la evidente falta de condiciones mínimas que la empresa tiene para asegurar las condiciones de seguridad optimas que eviten un impacto ambiental negativo en el lago y en consecuencia en el Santuario de la Naturaleza Humedales del río Maullín.
FUNDACIÓN CONSERVACIÓN MARINA