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Bosque de Ribera

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¿Sabías que existe una ley que prohíbe la intervención de árboles y arbustos nativos en terrenos aledaños a cuerpos y cursos naturales de agua?bosque2

La Ley 20.283 sobre Recuperación del bosque nativo y fomento forestal, que se promulgó en el año 2008, define como “cauce” al curso de agua conformado por un lecho de sedimentos, arena o rocas, delimitado por riberas definidas, por el cual escurre agua en forma temporal o permanente.

Esta ley prohíbe la intervención de árboles y arbustos nativos en los terrenos aledaños a manantiales, cuerpos y cursos naturales de agua, en las distancias que se señalan a continuación, medidas en proyección horizontal en el plano:

a) Cauces permanentes en cualquier zona del país de caudal medio anual mayor a 0,14 metros cúbicos por segundo: 25 metros desde la orilla del cauce.

b) Cauces no permanentes en zonas áridas o semiáridas de caudal medio anual mayor a 0,08 metros cúbicos por segundo: 15 metros desde la orilla del cauce.

En el caso de los manantiales, cuerpos y cursos naturales de agua no permanentes, se establece una zona de protección de 5 metros a cada lado en los terrenos aledaños a éstos. En dicha zona de protección las intervenciones de corta deberán asegurar la mantención de un 60% de cobertura.

Así también, esta ley prohíbe en su artículo N° 8 transitorio, la corta, destrucción, eliminación o menoscabo de árboles y arbustos nativos ubicados a 100 metros de los humedales declarados sitios Ramsar y de aquellos que hayan sido declarados Sitios Prioritarios de Conservación por la Comisión Nacional del Medio Ambiente, medidas en proyección horizontal en el plano.

Desde el año 2004, gran parte de la cuenca del río Maullín es reconocida como Sitio Prioritario de Conservación. Esto debido al valor del gran sistema de ambientes de humedales que cubre diversos tipos de ecosistemas, desde lóticos oligotróficos (en su naciente desde el lago Llanquihue) a gradientes de mesotrofía y eutrofía en su desembocadura hacia el océano Pacífico, destacando la presencia de vegetación ribereña compuesta por asociaciones endémicas de valiosos hualves (bosques pantanosos) y marismas estuarinas, donde además habitan importantes poblaciones de recursos marinos de interés comercial, como algas, peces, moluscos y artrópodos, destacando especialmente la presencia del flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis) y el huillín o nutria de río (Lontra provocax), ambas especies amenazadas de extinción (CONAMA 2002). El Santuario de la Naturaleza Humedales del río Maullín se encuentra dentro de este Sitio Prioritario.

 

A partir del año 2020, el río Maullín es declarado Santuario de la Naturaleza. Esto por el valor natural del río, sus humedales y diversidad biocultural.

 

Los(as) ciudadanos(as) podemos aportar al cuidado del bosque de ribera del río Maullín, denunciando el daño ambiental, proponiendo acciones para su recuperación y participando de actividades de restauración ecológica.

Si evidencias la tala de la vegetación nativa en la ribera del rio Maullín, toma fotografías del delito ambiental y has directamente tu denuncia de forma online ante la Fiscalía de Chile, en: http://www.fiscaliadechile.cl/Fiscalia/quienes/formularios.jsp

 

EL BOSQUE DE RIBERA DEL RÍO MAULLÍN

bosque4El bosque de ribera corresponde a la a vegetación arbórea y arbustiva nativa ribereña que cubre las orillas de los ríos y recorre su contorno a lo largo del cauce, constituyendo una franja boscosa que facilita el tránsito de flora y fauna, en un rol ecológico conocido como corredor biológico ribereño. Para un paisaje fragmentado por actividades agrícolas, con remanentes de vegetación nativa (boscosa o arbustiva), es recomendable unir las “islas vegetacionales” mediante corredores ribereños (Sodhi & Ehrlich 2010). Los corredores ribereños, junto con su alto valor ecológico también ofrecen muchos servicios ambientales que incluyen la recreación, mitigación de inundaciones, recarga de acuíferos, retención de sedimentos (por escorrentía) y el mantenimiento de la calidad de aguas superficiales y subterráneas (Freeman & Ray 2001). Los corredores ribereños facilitan el refugio, reproducción y distribución de la biodiversidad, al conectar los diferentes parches vegetacionales como mosaicos con dinámica metapoblacional, de ambientes fuentes y sumideros (Sodhi & Ehrlich 2010).

 

En la zona alta y media del río Maullín, aún sobrevive un importante remanente de hualves o bosques pantanosos en sus riberas y que posee una relevante cobertura espacial, conectividad ecológica, calidad de hábitat e integridad ambiental aún en buen estado (pero fuertemente amenazado por la extracción de leña), en una condición única y poco probable de encontrar en otro lugar del país.

El río Maullín se configura como un corredor biológico entre la cordillera de Los Andes y la cordillera de La Costa, en donde residen y transitan variadas especies con problemas de conservación (CONAMA 2002). Esta condición de corredor biológico otorga una mayor importancia ecológica al área, debido a que sus funciones ecosistémicas operan a nivel de cuenca del río Maullín, gracias a su calidad de hábitat, la biodiversidad que la habita y su conectividad ecológica.bosque5

El principal ingreso de nutrientes y contaminación difusa al medio acuático ocurre por la escorrentía superficial del agua lluvia sobre la tierra, arrastrando contaminantes del suelo, como petróleo, pesticidas (en especial herbicidas e insecticidas), o fertilizantes. La escorrentía es facilitada cuando se quita la cobertura boscosa nativa de las cuencas, en especial de vegetación arbórea ribereña.

Las zonas ribereñas, son ecosistemas dependientes de cursos o cuerpos de agua con una matriz variable de vegetación e inmersos en cuencas hidrográficas, donde cumplen funciones esenciales para la preservación de ecosistemas y sus relaciones territoriales, influyendo en el paisaje en términos de riqueza y belleza natural, a la vez que suministran bienes y servicios para la biota y el bienestar humano (Romero et al. 2014). Las zonas ribereñas se encuentran fuertemente degradadas por la acción antrópica, y es posible de observar en la pérdida de la cubierta vegetalribereña (Noss & Csuti 1994, Muotka & Laasonen 2002). Esto genera que la calidad de un rio saludable y de condiciones prístinas se degrade en poco tiempo, afectando sustancialmente las funciones ecosistémicas y la calidad del cuerpo de agua, particularmente si estas modificaciones involucran un incremento en la entrada de nutrientes al rio (Jefferies 1989, Bunn & Arthington 2002). Dentro de las funciones ecológicas de la vegetación arbórea ribereña, una de las más importantes tiene relación con su carácter de buffer biológico, mediante el cual se minimiza la entrada al rio de contaminación difusa proveniente de terrenos agrícolas adyacentes (Carothers 1977). Además, mantienen una elevada biodiversidad y productividad, proporcionando refugio y alimento a un gran número de organismos (Knopf et al. 1988, Patten 1998). Por otro lado, controlan el régimen de temperaturas y crecidas de las aguas del cauce, junto con evitar un incremento de la escorrentía superficial contribuyendo a mantener un buen nivel de nutrientes en el suelo (Patten 1998, Pimentel & Kounang 1998, Dale et al. 1999, Carver et al. 2004, Hattermann et al. 2006). Las variadas funciones ecológicas que exhibe la vegetación arbórea ribereña realzan su utilidad como un excelente indicador en la gestión y planificación territorial, permitiendo su inclusión como elemento clave para la calificación del estado ecológico los ríos (Suarez et al. 2004).bosque6

Las riberas de la zona alta y media del río Maullín mantiene una densa vegetación arbórea del tipo hualve, compuesta principalmente por especies como Luma apiculata, Luma chequen, Amomyrtus meli, Amomyrtus luma, Myrceugenia exsucca y Drimys winteri, entre otras (Aramayo 2006). Este ecosistema se encuentra frecuentemente inundado, alcanzando en ocasiones hasta los dos metros de profundidad y una elevada riqueza florística de plantas epífitas, trepadoras y hierbas (Ramírez et al. 1995). Es bien sabido que bosques pantanosos en buen estado de conservación (i.e., amplia cobertura foliar) disminuyen la cantidad de radiación solar que llega de manera directa hacia el espejo de agua del hualve y reduce el impacto del viento, por lo que la temperatura media del aire en el interior del bosque durante el día es inferior a los espacios adyacentes, creando un microclima único que amortigua las oscilaciones diurnas y reduce la temperatura del medio acuático (Correa-Araneda et al. 2011). Tanto el microclima señalado, como la complejidad estructural del bosque inundado, conforman un ecosistema acuático único y de vital importancia como hábitat para especies de crustáceos (Samastacus spinifrons, Aegla sp., entre otras), anfibios (Calyptocephalella gayi, Batrachyla sp., entre otras) y peces endémicos (Percilia gillissi, Aplochiton sp., Geotria australis, Basilichthys australis, Cheirodon australe, Brachygalaxias bullocki, entre otras) que a su vez son el alimento de mamíferos (Lontra provocax, Galictis cuja, entre otras) y aves acuáticas (Spatula sp., Ardea sp., Phalacrocorax sp., entre otras), especies que en su mayoría se encuentran con problemas de conservación.

 

Los bosques de ribera son un objeto natural de conservación para el Santuario de la Naturaleza humedales del río Maullín, y sus amenazas directas son: el desarrollo inmobiliario (ejemplo, parcelaciones), la contaminación hídrica, las malas prácticas agro-ganaderas, los microbasurales, proyectos energéticos y la extracción de leña.

Ayudemos a cuidar y proteger los bosques de ribera del río Maullín!!

 

 

Referencias bibliográficas

Aramayo, O., S. Moraga, D. Moreira & F. Zorondo. 2006. Elaboración de una primera línea biológica y social y talleres de discusión inicial con comunidades locales y servicios públicos para el sitio prioritario “Maullín” en la estrategia regional de conservación de biodiversidad. Informe final. Comisión Nacional de Medio Ambiente, Santiago, Chile.

Bunn, S.E. & A.H. Arthington. 2002. Basic principles and ecological consequences of altered flow regimens for aquatic biodiversity. Environmental Management 30: 492-507.

Carothers, S.W. 1977. Importance, preservation, and management of riparian habitats: an overview, pp: 2-4. En: Jonson, R.R. & D.H. Jones (eds.) Importance, Preservation, and Management of Riparian Habitats: a Symposium. USDA Forest Service General Technical Report RM-43. US Government Print Office, Washington, DC.

Carver, A.D., D.D. Scott, J.Z. James, J.C. Mangun & K.W. Williard. 2004. A GIS methodology for generating riparian tree planting recommendations. Northern Journal of Applied Forestry 21: 100-106.

CONAMA. 2002. Estrategia Regional para la Conservación y Utilización Sostenible de la Biodiversidad, Décima Región de Los Lagos. Comisión Nacional del Medio Ambiente, Gobierno de Chile. Puerto Montt.

Correa-Araneda, F., J. Urrutia & R. Figueroa. 2011. Estado del conocimiento y principales amenazas de los humedales boscosos de agua dulce de Chile. Revista Chilena de Historia Natural 84: 325-340. Dale, J., G.S. Helfman & J.O. Harper. 1999. Effects of riparian forest renoval on fish assemblages in southern Appalachian streams. Conservation Biology 13: 1454-1465.
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Noss, R. & B. Csuti. 1994. Habitat fragmentation, pp. 300-328. En: Meffe, G. & C. Carroll (eds.). Principles of conservation biology. Sunderland, Massachussetts. Sinauer Associates, Inc. Publishers.

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Suárez, M.L., M.R. Vidal-Abarca, M.M. Sánchez, J. Alba, M. Alvarez, J. Avilés, N. Bonada, J. Casas, P. Jáimez-Cuellar, A. Munné, I. Pardo, N. Prat, M. Rieradevall, M.J. Salinas, M. Toro & S. Vivas. 2004. Las riberas de los ríos mediterráneos y su calidad: el uso del índice QBR. Limnetica 21: 135-148.